Este viaje por la vida de Gedeón nos muestra cómo en las manos de Dios, un simple vaso de barro, un pequeñísimo pan de cebada, un "destructor" puede ser transformado en un arma aterrorizadora, en edificados y un líder guerrero victorioso.
Solo la gracia de Dios transforma mi vida, mi situación presente y mis destino eterno, de un fracaso y algo insignificante, en algo que tiene sentido y propósito, no solo terrenal, si no aún celestial y por tanto eterno.