Cuando alguien nos hace daño, nuestra respuesta natural es devolver el golpe en lugar de perdonar; queremos devolver el dolor y sufrimiento en lugar de dejarlo ir; nos aferramos a nuestra roca de resentimiento; a nuestra amargura. ¿El resultado? luchamos bajo el peso de nuestras quejas - todo porque nos resulta demasiado difícil perdonar.
A pesar de que sabemos que Dios nos ha llamado a perdonar, nos hacemos preguntas difíciles:
- ¿Qué pasa si me duele demasiado y no puedo perdonar?
- ¿Qué pasa si la otra persona no lo lamenta?
- ¿Cómo puedo liberar a alguien que ha hecho algo tan malo?
La consejera bíblica June Hunt ha experimentado este tipo de dolor, lo cual le permite hablar por experiencia y ofrecer ayuda bíblica, esperanza y compasión sincera. Si usted ha estado enterrado en su dolor, en este libro podrá entender la verdadera libertad a través del perdón.