¿Puedo darles a mis hijos algo mejor de lo que me dieron a mí? ¡Pues claro que sí! Así como todos anhelamos tener una familia saludable, todos tenemos la capacidad para hacerlo, todos podemos levantarnos y construir una mejor historia: la nuestra.
Recorra estas líneas con la esperanza de volver a ver para atrás con otra perspectiva: la de la sanidad, esa sanidad que lo llevará a un presente y a un futuro prometedor, donde el amor, la armonía, el respeto y la admiración serán el pan cotidiano, y donde los gritos, los insultos y la intolerancia quedarán atrás. ¡Podemos vivir juntos y disfrutar el viaje!¿Sabe qué es lo mejor de todo? Que esa huella nueva y fresca, ese giro de las cosas que hemos conocido, pasará de generación en generación, aun cuando nuestro amado Padre celestial nos haya llevado de regreso a casa.