John Piper presenta una poderosa defensa acerca del propósito de la predicación: Su finalidad no se limita a dar una explicación del texto bíblico, sino que también sirve como medio para despertar la adoración, siendo en sí misma adoración. La predicación cristiana es un milagro que Dios ha designado para despertar de manera sobrenatural el ver, saborear y mostrar la gloria de Cristo.
Basándose en su experiencia de más de cuarenta años en la predicación y la enseñanza. Piper muestra a los predicadores cómo y qué comunicar de la Palabra de Dios, a fin de que avance el propósito de Dios en la tierra por medio de la predicación saturada de Biblia y centrada de Dios, que exalta a Cristo; en otras palabras, exultación expositiva.