A lo largo de la historia, la iglesia ha vivido separaciones y conflictos debido a la defensa de posiciones denominacionales o doctrinales. Hoy somos testigos de la necesidad del surgimiento de una nueva iglesia, La Iglesia del Nuevo Milenio. Es tiempo de entender a la iglesia a la luz del Nuevo Testamento y sobre todo en función de su llamado. La iglesia de Jesucristo tiene la enorme responsabilidad de completar la misión que le fue asignada. Para ello, necesitamos despojarnos de perjuicios y practicas humanas y dirigirnos hacia una nueva comprensión de nuestra naturaleza, misión y función como iglesia.