Los Padres de la Iglesia me han sido beneficiosos en ciertos aspectos doctrinales, al ayudarme a clarificar determinadas doctrinas bíblicas complejas y también para enlazar históricamente la fe con el pasado. Es sabido que algunos grupos evangélicos consideran que, terminado el periodo apostólico, todo lo que vino después no merece la pena considerarlo, pues la apostasía hizo pronto aparición en el seno de la Iglesia, no siendo subsanada hasta la época de la Reforma. Esa postura no está muy alejada de las sostenidas por grupos sectarios, en los que la ruptura con el pasado es total, produciéndose un vacío entre el siglo I y el año de la aparición del fundador o fundadora de su movimiento.