Cuando aceptamos a Cristo, todo no va a mejorar de la noche a la mañana, pero te aseguro que al seguirlo un día a la vez, de repente, te darás cuenta como ha cambiado toda tu vida. Ten paciencia, todo es parte del proceso. El Espíritu Santo empezará a trabajar en cada área y te verás tomando decisiones para la Gloria de Dios. Se transformará tu mente a la mente de Cristo y ya no vivirás para hacer tu voluntad sino la voluntad de Dios.