Jacob DeShazer (1912-2008), uno de los famosos aviadores de la Incursión Doolittle, los primeros en atacar Japón después del bombardeo de Pearl Harbor, sabía que su peligrosa misión tenía pocas probabilidades de retorno. Hecho prisionero de guerra. Golpeado, mal alimentado y aislado en su celda, a Jacob le dejaron una Biblia y este soldado estadounidense encontró a Dios.
Después de la guerra, Jacob regresó a Japón y sirvió a sus antiguos enemigos treinta años como misionero. Su testimonio de perdón y reconciliación, inspira un mensaje de esperanza para el mundo actual.