La vida de John Newton se venía abajo sin control. Tras ser reclutado de manera forzosa por la Marina real, se enfrentó a sus compañeros de tripulación y acabó convertido en siervo de un comerciante de esclavos de la costa occidental de África. Más tarde, cuando viajaba a bordo de un barco a punto de naufragar, clamó al fin a Dios, rogándole ayuda.
John comenzó abrazar el cristianismo mientras capitaneaba un barco negrero. Con el tiempo, abandonó esa vida y se transformó en un hombre con una profunda pasión por las almas y se unió al movimiento abolicionista (1725-1807).